sábado, 22 de noviembre de 2008

Viñeta 064


Hola! Volví! Jaja. Bueno sólo ha pasado una semana, como siempre, pero me ha parecido más y además debía publicar el viernes. Llegue anoche y era imposible, pues. Me fuí a la sierra. Y me trepé a una montaña, ésa fue la actividad que mas disfuté. Apenas llegué al poblado y vi la cima puntiaguda rodeada de nubes me dije, hasta allí tengo que llegar. No llegue a la punta de roca, pero lo intenté. Me temblaban las piernas por que nunca había subido a una montaña. Pero hecharse en la roca con el sol y el viento es mágico. Hasta donde llegué empecé un ritual, oral nomas porque taba exhausto! Fue muy espiritual. La única compañía que tuve fue una culebra que salió de una piedra y casi me hace saltar al precipicio. (suspiro hondo) Pero ella tambien se asustó así que fue como un intercambio de pánico que podría interpretarse como un rudimentario sistema de comunicación.

2 comentarios:

ELIUD dijo...

Esas experiencias son las que realmente valen la pena en mi caso tambien disfruto mucho ir al bosque pero sobre todo me da para despejarme e irme a otros mundos y eso es muy chido, y ahi ea cuando aprovecho para escribir historias.

Martin Oseayo dijo...

Oe que bien! La verdad que yo estaba refrescando la mente, pero como me llevé la historieta, jeje. Un poco como que se acabó el relajo por que me hizo sentir en la ciudad. A algunos debe parecerles aburridísimo llevarte algo de chamba al campo, pero quisiera, no se, sentir lo que sentía al menos un poquito, este cronista indígena Guaman Poma en el siglo XVI. Dibujando a la gente de la sierra y hacer un libro. Creo que estoy dando el primer paso.