Que empiece la fiesta!!! No esperarán que mi dulce Paolita entre de lleno ahí. Que podría hacer ella. Solo una cosa: morir. Aunque tal vez los guerreros no le harían caso por un rato. Hasta que alguien piense que es el enemigo y… fin de la historieta. Aquí cualquier golpe sería contundente. Las armas usadas eran de piedra. Unos mazos de algún tronco de árbol, en cuyo extremo se colocaba una piedra del tamaño de una mano abierta, tallada y pulida para romper cualquier hueso de la cabeza. Sólo imaginar un golpe con esa arma, lanzada con toda la fuerza que se entrega en un combate, impactando en el occipital, astillándolo, para hundir los sesos con golpes repetidos. Sería terrible para mi pequeña aventurera. Si fuera un chinchón nada mas: que a un guerrero se le cayera el arma y la parte de madera tocara la cabezita de mi niña haciéndola llevar sus dos manitos al chinchón con un lastimero “¡úmf!”. No, no, no, ni pensarlo. Ni pensarlo.
2 comentarios:
orale, la paolita quedó justo en medio de la batalla...me recordó a una película medio viejita que se llama final fantasy en donde la protagnista mujer soñaba y en sus sueños se veía dentro de una batalla extraterrestre, muy fumada y muy buena esa película :)
saludos!
Ah si recuerdo esa peli.
Muy buena, sobre todo por la protagonista que parecía medio asiática. Muy buena!
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